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Cap. 24: Alex


El mayor problema en el rescate de Alexandra Carter fue ella misma, ¿por qué? Porque…

Nos teletransportamos en frente de la casa de Alexandra, yo me encargaba de llevar a Richard y Nicolás a Raúl. Antes de teletraspotarnos Nicolás tuvo que buscar una foto del lugar exacto en google earth, ya que los Jumpers no pueden teletransportarse sin a ver visto el lugar con anterioridad.
El plan era bastante sencillo, que esperabais estaba ideado por Richard, solamente teníamos que entrar encontrar a Alexandra y salir de allí. Fácil, o eso pensé antes de entrar en el interior de la casa.
Al tocar la manilla de la puerta de entrada note que estaba helada y una extraña capa de escarcha la cubría por completo y por mucha fuerza que hiciera no lograba abrirla
-Apártate-me ordenó Raúl que miraba a Richard con sonrisa cómplice mientras yo me apartaba-A la de tres, uno, dos y…¡¡TRES!!
En ese momento corrieron hacia la puerta la cual se abrió antes de estos pudiesen ni siquiera tocarla lo que hizo que entraran y se cayeran ante la ausencia de un obstáculo. Los chicos que se habían caído uno encima del otro de forma que sus rostros que daban demasiado juntos y sus piernas entre cruzadas se apartaron de manera desesperada, empujándose mutuamente.
-¿Nicolás cómo…?-pregunte cuando me di cuenta que era este quien había abierto la puerta desde dentro. Pero tuve la respuesta antes de que ni siquiera hubiese terminado la pregunta: Nicolás se había trasportado al interior y pudo ver que la puerta no se abría porque estaba cerrada con llave y que está colgaba de la cerradura de la misma así que la abrió y se sorprendió al ver como Richard y Raúl entraban de esa forma tan brusca.
-Así que por tu culpa él y yo casi…nos be…-dijo Richard señalando a Raúl el cual estaba situado a una distancia prudencial de este.
-Será mejor que lo olvidemos-dijo Raúl muy serio aunque notaba que tenía un leve rubor en las mejillas y era incapaz de acercarse a Richard a más de dos metros y lo mismo le pasaba a este. Ni siquiera eran capaces de mirarse a la cara-No tenemos tiempo que perder
Raúl tenía razón teníamos que encontrar a Alexandra antes de que fuera demasiado tarde.
Caminamos por la casa, aunque más de una casa parecía un congelador, hacía un frio invernal y todo estaba completamente cubierto por escarcha y hielo, por lo cual nuestros pasos eran lentos ya que no podíamos andar demasiado deprisa o nos caeríamos.
Al entrar en la sala de estar pude ver que en una esquina estaba una chica de pelo era negro y liso, algo bajita, no mediría más 1,58 y su mirada estaba dirigida al suelo por lo que no pude ver de qué color eran sus ojos. Esta joven estaba apoyada en la pared con las manos cerradas con fuerza, rodeada por un fuego azul que hacía que esa esquina fuera la única que no tenía escarcha ya que se derretía creando un extraño charco alrededor de ésta.
-¿Alexandra?-pregunté susurrando ella no respondió-¿Alexandra?-dije esta vez un poco más alto
-¿Por qué?-murmuró ella
-¿Por que qué Alexandra?-le pregunte acercándome un paso hacia ella
-¡No te acerques!-grito ella levantando la cabeza y mirándome con unos intensos ojos rojos. En ese momento Raúl me agarró del brazo
-Suéltame-le dije mirándole decidida, él afirmo con la cabeza y susurro: “ten cuidado”
-Vale, tranquila Alex-dije intentando tranquilizarla y volviendo me acercar otro paso más.
-¿Cómo sabes mi nombre?-pregunto mientras nos mirábamos fijamente a los ojos.
-Ahora no te lo puedo explicar, pero si vienes con noso…
-¡¡¡¡NO!!!! ¡No iré a ninguna parte!-gritó Alex interrumpiéndome
-Tranquila, tranquila.
Intentaba tranquilizarla, pero no lo estaba logrando y cada vez estaba más nerviosa, así que casi llevada por instinto agarré a Raúl, Nicolás y Richard que estaban detrás de mí dándome la vuelta. Y en ese momento vi como sus rostros quedaban horrorizados por lo que estaba pasando a mi espalda, yo notaban un calor abrazador, pero no  podía darme la vuelta porque sabía que si lo hacía no tendría tiempo. Así que cerrando los ojos con fuerza pensé, deseé (“Deseo que nadie sufra ningún daño, deseo que todos salgamos ilesos por favor…”) Después de unos minutos sentí como el calor iba remitiendo, pero a pesar de ello no abrí los ojos hasta que pude sentir a cada uno de mis amigos y sus respectivos corazones, “están vivos” pensé
-Sí, gracias a ti-susurró Raúl en mi oído haciendo que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo.
Me aparte abriendo los ojos y antes de asimilar que había pasado vi como la joven corría escaleras arriba y antes de que ninguno de los chicos saliera del shock deseé (“Deseo ir donde va Alexandra… Carter”) dije el apellido recordando la última vez que no había sido lo suficientemente específica.
En unos segundos mis amigos y la sala de estar calcinada habían desaparecido y me encontraba en una habitación también cubierta por esa capa blanquecina en la cual se encontraba un chico rubio de ojos blancos, totalmente blancos, era bastante alto y tenía una sonrisa que no me agradaba. En el momento en el que fije la vista en la cama doble que había en la habitación donde se encontraban una pareja que parecía que había muerto por congelación entró Alex y con una mirada de odio recorrió toda la habitación hasta que sus ojos se toparon con los de él joven, adquirieron un color más normal, eran castaños, en ese momento su rostro dejó claro que no esperaba verle allí.
-Derek…tú…no-dijo negando con la cabeza
-¿Yo no qué Alex?-dijo el joven al que Alex había llamado Derek que seguía con esa sonrisa
En ese momento vio a la pareja y sus ojos volvieron a tornarse rojos y se acerco a ellos corriendo.
-Ya es tarde. Están muertos-dijo Derek mirando la escena sin cambiar su expresión.
-¿Cómo….cómo…cómo…?-repetía Alex mientras las lagrimas bajaban por su rostro con rapidez
-Otra vez llorando Alex. Están muertos por mucho que llores no van a volver
-¡Te odio!-le gritó la joven mirando al chico con desprecio
-Hace unos minutos gemías lo contrario-contraatacó el muchacho
En ese momento vi como ella se levantaba de al lado de sus padres y se encaminaba a encarar a Derek quien espera que hiciera exactamente eso, lo supe porque cuando ella se le acercó cegada por la rabia él la agarró del brazo y la acercó a él haciendo que sus cuerpo estuvieran muy juntos, tanto que al respirar los pechos de ella rozaba el cuerpo del joven.
-Su…suéltame-tartamudeó
-No quieres que te suelte-dijo mientras agarraba la cara de Alex y la acercaba muy lentamente a la suya haciendo que sus labios se rozaran levemente.
-Sí quiero-dijo entre dientes se notaba como Alex luchaba ante la necesidad de besarle
-Puede besar a la novia-dijo sonriente, pero cuando se disponía a hacerlo…
-¡Elena que estás haciendo!-grito Nicolás al ver que me había quedando congelada mirando lo que estaba ocurriendo en aquella habitación.
-¡He dicho que me sueltes!-grita Alex y aprovechándose de que Derek se había despistado por el grito de Nicolás le dio una patada en la entrepierna este abrió los ojos por la impresión y cayó al suelo en posición fetal-Ahora tú-dijo con desprecio a Nicolás cuando este le agarraba por la espalda.
-Llévatela-le dije
-Pero…-iba a replicar, pero Alex forcejeaba en sus brazos y tenía concentrase porque si no se escaparía
-Yo me encargo de lo demás-le dije-Vamos vete
Él se quedo unos segundos mirándome pensativo antes de desaparecer ante mis ojos salvándose del ataque de Derek por los pelos, ya que este se había levantado y lanzado una bola de hielo que le habría dado a Nicolás en la cabeza si llega a tardar tan solo un segundo más.
-¡No deberías estar aquí!-me gritó mientras se acercaba a mi cojeando por el golpe que le había propinado Alex para librarse de su abrazo.
No le contesté solo podía pensar en cómo saldría de esta situación
-¿Así que tú eres esa chica verdad guapa?-preguntó recuperando esa sonrisa que me ponía los nervios de punta, habría preferido que continuase gritándome.
-¡Eh! Guapa responde-pidió con voz sensual mientras seguía acercándose.
-¡¡No te acerque más!!-(“Deseo que te pares”) pensé mientras decía esas palabras y él se quedo clavado en el suelo mirándome asombrado.
-Puedo observar que has mejorado, pero lo no suficiente-dijo mientras creaba una bola de hielo perfecta y me la lanzaba.
(“¿Deseo que se derrita?”) pensé interrogante, pero a pesar de ello la bola empezó a derretirse, pero no con la suficiente rapidez, así que recibí un buen golpe en el estómago.
-Como decía, insuficiente-dijo mientras se reía con superioridad.
-O quizá no-susurré lo suficientemente alto para que me oyera (“Deseo que te olvides de mí y olvides todo lo ocurrido aquí hoy”)
En ese momento aprovechando el desconcierto de mi agresor y le doy una patada en el estómago, utilizando los conocimientos adquiridos en las prácticas con Melany, este se contrae dándome la posibilidad de darle otra en la cabeza que le deja inconsciente.
En ese momento salí corriendo de la habitación para reunirme con mis otros compañeros que estaban subiendo por las escaleras para encontrase conmigo.
-Abrazaos-ordenó antes de llegar
-Ni de coña-dice Richard y Raúl me mira de arriba abajo comprobando que no he sufrido ningún daño.
-He dicho que os abracéis-digo cuando llego agarro sus brazos haciendo una especie de abrazo en grupo. (“Deseo volver a mí casa, con Irene”) pensé con fuerza.
A los pocos segundos hoy como se rompía un jarrón abrí los ojos para comprobar que era el jarrón chino que mi madre había comprado en una subasta por internte y entre los trozos del jarrón pude ver a Nicolás tendido en el suelo y Alex a su lado pidiendo explicaciones a voz en grito.
Richard y Raúl seguían abrazados mirando la escena se le había olvidado separarse.
-Chicos podéis separaros ya-dije riendo por lo bajo mientras me acercaba a Nicolás para ayudar a levantarse, Raúl y Richard al oír mis palabras se separaron de inmediato-¿Estás bien?-le pregunté
-Sí, siento lo de el jarrón-se disculpó Nicolás.
-No pasa nada.
-¡Alguien me va a decir quién diablos sois y en dónde estoy!-grito Alex para que le prestásemos atención.
-Yo soy Elena y me preguntaba si me harías el  gran favor de dejar de gritar mi hermana está…
-¿Elena qué está pasando?-me preguntó Irene mientras bajaba por las escaleras pasándose las manos por la cara-¿Quién es?-preguntó mirando a Alex.
-Te presento a Alex, Irene-le dije a mi hermanita.
-Hola-saludo Alex sonriendo a la pequeña, aparentemente más tranquila
- ¿También se va a quedar?-me preguntó Irene mientras me acercaba a ella.
-No sé eso lo elegirá ella aunque espero que sí. Pero no es hora para preguntas deberías ir a acostarte te prometo que no haremos más ruido, ¿vale?-le dije e Irene volvió a subir a su habitación.
-Con él que te has estado peleando se llama Nicolás-empecé las presentaciones cuando oí la puerta del cuarto de Irene cerrándose-y es un Jumper, esos dos de allí son Raúl, Telépata, y Richard, Buscador-dijo mientras le señalo a cada uno de ellos-También vive con nosotros aquí, en mi casa, Daniel que es un Tempus, que por cierto ya debería estar aquí.
-¿Ya he vuelto mi genio?-pregunta Daniel entrando por la puerta, según oí su voz me lacé a sus brazos.
-No me llames así-le susurré al oído pegándole un leve golpecito en el hombro.
-Veo que no soy el único que ha ido de caza-dijo con una sonrisa en el rostro mientras me devolvía el abrazo.
Detrás de Daniel había un chico de más o menos 19 años vestido enteramente de negro que miraba el suelo como si se le hubiese perdido algo he intentará encontrarlo.


Horas después en un almacén abandonado dos chicos están rodeados por unos hombres de negro, no se le puede ver la cara por la oscuridad que inunda el lugar.
-No recuerda nada-dice uno de esos hombres
-Ha sido la elegida-dice otro del grupo
-Pero tiene a la piroquinética y la necesitábamos para nuestros planes
-No os preocupéis-dice uno de los chicos bajando la cabeza en señal de sumisión.
-¡Por qué no debemos preocuparnos?
-Porque aún podemos recuperarla. Ahora me encuentro en el grupo al que se acaba de unirse y tengo la confianza de casi la totalidad de los integrantes. Además Alex sigue enamorada de Derek.
Él otro chico se pone alerta al oír su nombre
-¿Eso es cierto Derek?-pregunto uno de los nombres al joven
-Sí, señor.
-¿Está seguro?-pregunta otro
-Sí, señor-vuelve a responder Derek.
-¿Entonces hemos de entrever que tiene un plan?-preguntó uno de los hombres a el primer chico.
-Sí, señor-dijo este y en su voz podía notarse que estaba sonriendo.

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