Páginas

Cap. 1: El principio

O
s preguntaréis quién soy o quizá no, pero os lo diré de todos modos. Soy Elena Martínez, tengo 17 años y mi vida es totalmente normal o eso he pensado yo siempre, hasta que hace unas noches me encontrada con mis amigos y amigas en un descampado haciendo…Bueno ya os imagináis lo que hacen un montón de adolescentes en un descampado, ¿no? Pues sí, botellón.
Bueno, como he dicho, estaba de botellón con mis amigos cuando Raúl empezó a hablar conmigo. Quizá, no, seguro que me diréis que es normal, que la gente cuando se emborracha suele ser muy sociable, pero quizá fuese porque es el chico más guapo y agradable que me he echado a la cara y puede que estuviera un poco ebria, pero de todos modos juraría que dijo, como si no hubiera bebido ni un sola gota, con la cara seria y seguro de lo que decía.
-El primer día de clase ve al gimnasio a las 12 de la noche.
Puse tal cara que Raúl se puso a reír al instante y todos los demás con él. Ya sé lo que estáis  pensando que era una broma que me estaba gastando para reírse un rato a mi costa, pero no visteis su expresión cuando me lo dijo. Bueno, da igual, yo le creo y ahora mismo estoy yendo para el gimnasio del instituto, sólo espero que no sea una broma.


Aquí estoy sentada en una esquina observando la entrada y el resto del patio. Aunque nunca lo admitiría, tengo miedo, miedo de que me ocurran algunas de las miles de cosas que he visto en las películas, porque el haber venido aquí a esta hora es por lo que chillo a los protagonistas de dichas películas, para que no lo hagan, y voy yo como una tonta y vengo. Pero él está tan bueno… imagínate que lo que quiere es liarse conmigo, no, porque me hubiera pedido esa noche, pero y si…
-Sabía que vendrías.
Me ha asustado, y ni siquiera le miro antes de gritar de tal manera que él se hubiera tapado los oídos sino llega a ser en mi interior.
-¿¡Qué quieres!?-le respondo enfadada por haberme asustado aunque lo que me gustaría hacer es besarle, pero qué vergüenza.
-¿Qué pasa, te he asustado?
-No- digo sin pensármelo “¿Quién se ha creído que es?
-No mientas, sé que sí.
-A ver,¿me vas a decir por qué me has hecho venir hasta aquí?-en realidad no me ha costado nada, vivo al lado, pero eso ahora mismo me da igual.
-¿En serio no lo sabes?-me dice con esa sonrisa suya que me vuelve loca, mientras se me acerca hasta tener su cara a cinco centímetros de la mía.
-Eh…No sé…-la voz me sale entre cortada y toda la seguridad que tenía hace unos minutos se me ha esfumado: sólo puedo pensar en esos labios carnosos tan, tan cerca.
-Pensaba que eras más lista-dice mientras se aleja.
-Pe…pero,¿qué te has creído?-digo, y aunque intento que mi voz suene con fuerza tartamudeo y parezco estúpida.
-¿Nunca te ha pasado algo que no has podido explicar?
-No-estoy mintiendo y por desgracia, lo hago fatal.
-Cuando te dignes a ser sincera, házmelo saber.
Tras decir esto, se aleja, y sólo cuando soy incapaz de verle me doy cuenta de que estoy sola, y de que nadie me conoce lo suficiente para contarle lo que Raúl ha descubierto con sólo mirarme.

No hay comentarios: