Cap. 16: Entrenamiento

Durante las semanas siguientes Taylor y yo estuvimos entrenando en un local que ella había alquilado. Es enorme, tiene todo lo necesario y más, parece un autentico gimnasio.

Taylor parece otra cuando estamos allí, cambia totalmente. Es alguien que solo se preocupa por la lucha y por hacer daño al contrincante y a decir verdad yo también. “Quiero acabar con esos hijos de… que acabaron con mis padres, con mi vida tal y como la conocía, pero nunca acabarán conmigo”.

-Elena, te he dicho que no te distraigas. Cuando se está luchando tienes que poner toda tu concentración en el combate, no pensar en nada más que en el enemigo-dice y me tira al suelo-Porque si no le darás unja oportunidad a este para acabar contigo.

-Tienes razón, pero piensa en las personas que mataron a mis padres y me paralizo-digo con ira.

-Pues no te paralices desahógate-y tras un leve silencio-piensa que soy yo quien los mató.

-No puedo-digo. “No quiero hacerte daño”.

-No te preocupes por mi-dice seria, pero de repente tiene una sonrisa que no me gusta nada-¿Sabes que ayer me enrolle con Raúl?-“No, no puede ser, no se conocen”-Es que le vi por la calle y me lance “como el no ya lo tenía”-“No, no, no” pienso mientras niego con la cabeza-Sí, sí, sí

Entonces me lanzo hacia ella con una mirada de odio como si de verdad fuese posible “Ella y Raúl” (“Deseo ganar”)  “y ganaré”.

Y cuando recupero la cordura me doy cuenta que Taylor está en el suelo y yo de pie, las dos un poco asombradas.

-¿Cómo has podido hacer eso?-pregunta mientras rechaza la mano que le tiendo para ayudarla a levantarse.

-Eres una muy buena profesora.

Su mirada no me gusta nada porque trasmite “¿odio?”

-Mañana seguimos, he quedado-dice sin volver a mirarme.

-Pero si acabamos de empezar- digo, pero ella no me oye porque ya ha salido del local.

“Creo que se ha enfadado”. Solamente la he ganado porque he estado practicando mi don y por lo visto ha merecido la pena, puesto que lo he utilizado bajo tensión. Aunque todavía me trae algún que otro problema, está controlado.

Nicky

-No puede ser, ¿cómo me ha vencido tan fácilmente?-digo a voz a grito-¿Qué miráis?-pregunto a la gente que me mira como si tuviera monos en la cara.-Espera,-grito y la mayoría de las personas se paran “que se creen el ombligo del mundo”-su don. ¡Claro!

Tras encontrarle sentido a lo ocurrido me siento mejor “No me ha ganado, ha hecho trampas”. A continuación miro en reloj y me doy cuenta de que llego un poco tarde a la cita con Ibán “Ibán” pienso y suspiro. Antes de llegar me repito a mi misma “Soy Taylor, Taylor Smith”.

-¡¡Ibán!!-le llamo al verle a lo lejos, él me mira y no dice nada.

-Oye, ¿por qué pasas de mí?-digo al acercarme.

-¿Me dice a mí?-me pregunta como si no me reconociera.

-Sí-respondo enfadada “si esto es una broma no me hace ninguna gracia”.

-¿Taylor?-dice mirándome muy fijamente a los ojos.

-Sí, ¿quién si no?

Entonces sin decir nada más me coge del brazo y me pone enfrente de un escaparate “¡Oh, no!”.