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Cap. 5: A veces creo que la vida es perfecta

-Elena,¿estás saliendo con Raúl?-Lydia… cuánto tiempo sin hablar con ella.
-Bueno… sí…
-Hacéis muy buena pareja-Paula acaba de llegar.
-¿Sí? ¿Tú crees?
-Por supuesto-dicen las dos a la vez.
Sonrío con una sonrisa avergonzada, pero feliz de volver a hablar con esta fluidez con mis amigas.
-A ver, cuéntame: ¿cuándo empezasteis?-Paula.
-No sé… el otro día.
-¿Cuándo es el otro día?-Lydia.
-El día que hiciste pira,¿verdad? ¿Te fuiste con él?-Paula.
-Claro, y se te lanzó-Lydia.
-Y tú no le dijiste que no-Paula.
Mientras ellas siguen hablando e imaginando lo que pasó, yo recuerdo cada instante de los momentos compartidos con él: nuestro primer beso, la primera vez que entró en mi habitación, cuando me salvo de ese psicópata, nuestra primera cita,…
-Mírala que maja-Lydia.
-Sí, fijo que está pensando en Raúl-Paula.
Sí, Raúl”.
-Oye la verdad es que no está (“Desearía estar”) nada mal (“con él”)-Lydia.


-Elena,¿qué haces aquí?-dice alguien asustado a mi espalda. Reconocería esa voz en cualquier parte.
-¡Raúl!-grito.
-No grites o sabrán que estás aquí.
-Vale-susurro- ¿Dónde estoy?
-¿Has oído eso?
-No-digo concentrada para ver si oigo eso que él ha oído con tanta facilidad.
-Sal de aquí, viene alguien.
-Vale-me está asustando (“Deseo volver con mis amigas”).
-¿Por qué sigues aquí?
-No sé, a veces no funciona cuando estoy nerviosa o asustada.
-Pues más asustada que vas a estar si te encuentran aquí.
No te entiendo,¡¿qué pasa?!,¡¿dónde estoy?!”.
-Queda te muy quieta.
Afirmo con la cabeza, y ése es el último movimiento que hago antes de ver a un hombre de unos 42 años, con un traje negro, al que si no me hubiera dicho Raúl que me mantuviera quieta, le hubiese preguntado si iba a alguna boda. Al pasar por nuestro lado mueve la cabeza en señal de reconocimiento hacia Raúl; a mí no me presta ninguna atención, como si no existiera.
-Acompáñame- dice Raúl cuando el hombre trajeado ha desaparecido al torcer una esquina.
Él me agarra del brazo y me tira para que le siga.
-Entra-cierra la puerta tras él- Ésta es mi habitación- con una sonrisa falsa en la boca.
Su habitación, cuántas veces he soñado con estar aquí, cuántas veces me la he imaginado, pero nunca me la imaginé así. Son cuatro paredes grises, sin ventanas y no hay ningún poster o cualquier cosa decorándolas. La cama es pequeña, demasiado para él, y al lado hay una mesita de noche con una lámpara pequeña, que seguramente iluminará el cuarto a la noche, ya que no hay una en el techo, y un libro “espera, es Crepúsculo”.
-Sí, tú dijiste que te encantaba así que decidí leérmelo y no está mal- ya está un poco más tranquilo aunque aún mira la puerta de manera un tanto obsesiva.
¿Por qué se ha puesto así?¿Dónde estoy?¿Qué ha pasado?
-Ya te lo contaré, pero prueba si puedes irte porque no quiero que te pase nada.
-Me voy si me lo prometes.
-Te lo prometo.
No le creo, pero sé que quiere protegerme (“Deseo…”).
Justo cuando estoy a punto de irme me besa.
-¿Por qué has hecho eso?-digo asimilando el beso.
-Ya te lo he dicho: me gusta- dice con esa sonrisa.- Agur.
-Agur (“Deseo ir con mi familia”).

¿Dónde estoy? Ésta no es mi casa, pero éste sitio me suena
Estoy en un lugar oscuro, a pesar de ser de día, y no veo a nadie por la calle, una calle repleta de edificios apilados uno tras otro sin espacio que los separe, y justo a unos cuatro o cinco edificios de distancia veo a una mujer, o creo verla, porque tras un parpadeo desaparece.
Una voz en mi interior me dice que sería mejor que me fuera, y le hago caso. Al pasar unos segundos, ya estoy otra vez en casa, en mi habitación, a salvo.

He quedado con Raúl; estoy muy nerviosa, me ha dicho que vamos a ir a un sitio que él conoce y que me lo va a contar todo, que no puede seguir mintiéndome. Y estoy con él, es un sitio apartado de la ciudad, vamos por un camino lleno de barro y piedra, menos mal que no me he puesto tacones. Llegamos a un pantano precioso y me olvido de lo mucho que he tenido que andar para lograr llegar a él. El sol acaricia mi piel, oigo el cantar de los pájaros, respiro aire puro… Cierro los ojos y dejo que mis sentimientos fluyan, me siento como hacía mucho que no me sentía: tranquila, segura de mi misma. Le miro a los ojos y sé que está pensando lo mismo que yo.
-Elena  te lo voy a contar todo.
Thought I kissed your kiss away
Thought I loved your love today
See the things you see my way
I thought I kissed your kiss away.
-¿Quién?-digo dormida “con lo bonito que era el sueño”.
-¿Elena estás bien?
-¿Raúl? Sí,¿por qué?
-Por nada. Agur.
¿Qué hora es? ¡Las 4! Voy a seguir durmiendo a ver si vuelvo a ese sueño. ¡Espera! ¿Cómo me ha llamado Raúl, si no le he dado mi número?

3 comentarios:

Araya dijo...

ola!! me encanta tu historia, es original y graciosa. Sigue así!

Unknown dijo...

gracias ya he escrito el 6 vas a flipar de lo largo que es y como termina tambien
bueno lo pasare aki mñn k oy es tarde xaito!!

Anónimo dijo...

muyy bien jenny me gustaa la historiaa bueno ya te dije por tuenti y tb t lo digo p aki,, es interesante y tiene sus puntos graciosos.es acabar un episodio y kerer leer el siguiente para saber q a pasado jaja nsrio muy buenoo