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Cap. 6: La suerte

-Lo siento. Te doy el pésame.
Os preguntaréis qué ha pasado, pues la verdad es que no lo sé: hace como un año todo estaba bien, yo estaba con Raúl, mis amigas estaban a mi lado, mis padres no paraban de agobiar, como hacen los padres, en mi hermano podía confiar y mi hermanita jugaba en los columpios como cualquier niña de su edad, y yo… yo estaba viva.
Bueno, os lo contaré desde el principio, a partir de aquel día en el que pensé que la suerte estaba de mi parte.

 31 de diciembre de 2010

Raúl
Estoy en una silla y me han tapado los ojos.
-¿Qué hacemos con él?
Matarle”-piensan muchas personas a la vez y eso me asusta.
-¿Tú qué crees que deberíamos hacer contigo?-“Su vida está en juego”.
-Ya sabes que vas a hacer conmigo así que hazlo ya.
-No, no está decidido. Tu don es muy especial y no lo desperdiciaríamos sin motivo.
Cierto” pensaban algunos, pero otros “es un traidor”.
-No queremos matarte-dijo el que seguramente sería el jefe-Y por ello hemos decido-dijo a pesar de que no habían hablado entre ellos – que te irás a Londres.
-¿Por qué?
-Porque sabemos lo que sientes por Elena.
-Pero a ella quién…
-Eso no es asunto tuyo-dice uno de los que me quieren ver muerto.
-Llevarle a casa-es lo último que escucho antes de desmayarme.
Cuando me despierto estoy en mi habitación. Me gustaría que todo lo que ha pasado fuese un sueño, pero sé que no, sé que me tengo que despedir de ella, pero no quiero. La quiero, y espero que, aunque me vaya, esté bien, que la protejan.

25 de marzo de 2011
He quedado con Raúl, me ha dicho que tiene una cosa muy importante que decirme y me ha recordado a ese sueño que tuve el año pasado. Nos hemos citado en un parque cercano a mi casa, me va recoger en su coche y no sé dónde iremos, no me lo ha dicho.
-Hola guapa.
-Hola Raúl- digo mientras me monto en su coche.-¿A dónde vamos?
-Es una sorpresa.
Durante todo el camino no nos decimos ni una sola palabra, pero eso no me importa, cuando está conduciendo me olvido de todo, sólo le miro a él.
-Ya hemos llegado.
Cuando miro a mi alrededor veo el pantano de mis sueños, y no hablo metafóricamente.
-¿No te gusta?-dice Raúl algo asustado.
-No, es precioso.
Me sonríe con esa sonrisa y me lanzo a besarle, pero al hacerlo le tiro al suelo.
-Lo siento.
-No te disculpes-me vuelve a besar y me siento cómoda, como siempre. Pero esta vez es diferente, sé que el autocontrol que he tenido  durante los primeros meses de nuestra relación ha ido disminuyendo y en estos momentos sé que no existe. Mis manos le empiezan a desnudar: primero le quito la camiseta negra, pero cuando empiezo a quitarle el cinturón del pantalón se aparta de mí.
-No deberíamos hacer esto.
Lo sabía no le gusto”.
-Claro que me gustas.
Y vuelve a besarme, y sé que ahora sí le podré desnudar, no penséis que es un chico fácil, es que ha oído que me sentía abandonada y que por mucho que me lo dijera, no me creería que me quería si no me lo demostraba de esta manera. Ya sé que es una tontería, pero en estos momentos, pensar de manera lógica no es fácil.
Cuando él empieza a desabotonarme la camisa sé que no podré pararlo, que llegaría al final, y la verdad es que no me siento culpable ni nada por el estilo, me siento BIEN.
A los pocos segundos estamos los dos desnudos y me empieza a besar el cuello lentamente, mientras sus manos acarician todo mi cuerpo haciéndome sentir querida, deseada.
Qué sentí en esos momentos no lo puedo explicar con palabras, y no, no me dolió o al menos no mucho. Se comportó como un auténtico caballero: iba lento a pesar de que veía en su cara el esfuerzo que eso le causaba, fue… no sé, lo mejor que me ha pasado y lo he hecho con el chico que siempre he querido, con Raúl.
-¿En qué piensas?-me pregunta Raúl.
-No lo sé. ¡¡Espera!!¿No lo sabes tú?
-No, ahora mismo estoy apagado o fuera de cobertura.
Nos reímos los dos, al pasar unos minutos empiezo a tener frio, pero no quiero moverme estoy muy a gusto abrazada a él.
-Vístete, no quiero que cojas frio
-¿Qué, ya vuelves a estar en activo?
-Por lo visto-dice mientras se levanta y empieza a vestirse. No sabía que me costaría tanto verle vestirse, pero es que esta tan guapo así, desnudo.
-Elena, vístete, estás temblando-cuando me dice eso me voy cuenta de que tiene razón, así que me empiezo a vestir. Cuando ya he terminado me doy la vuelta y está mirándome como si no me fuera a volver a ver más.
-¿Te pasa algo Raúl?
-No.
-¿Son esos tipos?
-No.
He acertado”.
-Elena, vámonos.
Me levanto y le sigo, ya hablaremos del tema, ahora estoy demasiado feliz para discutir. Cuando llegamos a casa son las 12 y al despedirse, observo que está triste, “¿se arrepiente de lo que hemos hecho?
No me dice nada, a pesar de haberme escuchado sólo me besa, pero este beso no me gusta, me da mala espina.
-Hasta mañana-me despido.
-Adiós -dice él y vuelvo a ver la tristeza en sus ojos, pero lo dejo pasar “si no quiere hablar ahora no le voy a obligar”.



25 de abril de 2011

Raúl

Ola spero k stsbn, tk y no t olvido lo siento x aberm ido d esa maneraxosk no podía despedirme de ti, no keria despedirme de ti spero k no hayas pnsado lo contrario

Tkm y t exo d-

He borrado este mensaje  diez mil veces, espero que éste exprese lo que siento.



Elena

-Elena, tu móvil-mi madre “¿dónde habré dejado ahora el puto móvil?”. “¡Lo encontré!

Es un mensaje de Raúl, hace un mes que no le veo y me manda un mensaje justo hoy. Enfadada, borro el mensaje sin leerlo “no se merece que malgaste más tiempo en él”.

Desde entonces, me mandaba un mensaje los 25 de cada mes y yo los borraba todos, no quería leerlos, hasta borré su nombre, pero me sabía su número de memoria: 657891230. No me lo podía sacar de la cabeza, estaba siempre hay como las matemáticas y los suspensos, siempre juntos.

25 de octubre de 2011

Hoy es 25, no necesito mirar el calendario para saberlo, siempre lo sé, porque es el aniversario de la primera vez que lo hicimos, pero,¿por qué me acuerdo? No quiero acordarme.

-Elena, tu móvil. Siempre estamos igual.
-Ama, déjame en paz.
-A ver, que dejes el móvil por cualquier lado no es culpa mía, hija.
Paso de ella y voy a por el móvil.
-¿Quién te llama?-me pregunta mi padre.
-¡No me está llamando nadie! ¡Es un mensaje!
-¡Vale! ¡No hace falta que me chilles!
-¡Tú tampoco me chilles!
-A ver, hija, desde que tu novio se fue estás que no hay Dios quien te trate.
-¡¡Raúl no era mi novio y yo estoy perfectamente!! ¡¿Vale?!
Mi madre no me responde.
-¡Ama, te estoy preguntando algo!
-¿Qué quieres hija?-dice ya cansada de nuestra discusión.
-¡¿Que si ha quedado claro?!
-Sí, claro que sí.
-¡¡No me digas sí como a los locos, porque no estoy loca!!
-Que sí, claro hija mía.
-¡Qué no hagas eso!
-Que no haga ¿qué?
-Nada, ya veo que no me haces caso así que no te volveré a hablar.
-Vale hija, vale.


 15 de noviembre de 2011

Marta y Carlos Martínez

-Marta,¿qué te pasa con Elena?-Carlos.
-No sé, hace días que no me dirige la palabra-Marta.
-Algo le habrás hecho-Carlos.
-No le he hecho nada, lo que pasa es que desde que se fue ese tal Manuel…
-Raúl.
-Bueno, eso, desde que se fue Raúl la niña está insoportable, salta por todo.
-Sí, tienes razón, pero lo mejor sería que hablases con ella y lo arreglarais.
-Sí, lo haré.

 4 de diciembre de 2011

Marta y Carlos Martínez

-¿Ya has hablado con la niña?-Carlos.
-No te preocupes, tenemos toda la vida para arreglarlo-Marta.

20 de diciembre de 2011

Llevo más de un mes sin hablar con mi madre y ella ni se da cuenta: pues bien, así me deja tranquila en mi habitación escuchando música como estoy ahora.
POMPOM
-Pasa papá-bajo el volumen.
-No soy tu padre.
-¡Ah! Eres tú-vuelvo a subir el volumen para no oírla.
-¡Tenemos que hablar!
-Pues yo no quiero hablar contigo-y subo el volumen aún más.
-¿Por qué no?
-Porque no te soporto, porque te odio y quiero que me dejes en paz.
Mi madre sale de mi cuarto y yo bajo el volumen hasta que puedo oír sus sollozos al otro lado de la puerta: me siento culpable “me disculparé con ella mañana”.
Ésa última frase la estuve repitiendo durante todos los días siguientes.

25 de diciembre de 2011

Hoy me disculpo con mi madre fijo” digo según me levanto de la cama
-Ama…
-Elena,¿me puedes hacer un favor?
-Sí, claro ama.
-Lleva a tu hermana al parque mientras preparo todo para la cena, que tu hermano no puede, está haciendo horas extras.
-Ama,¿y donde comemos?
-Toma dinero, iros al Zubiarte y comer algo allí.
-Pero ama…
-Elena, por favor.
-Vale.
Salí con mi hermana y estuvimos en el parque hasta que a ella le entró hambre y fuimos al Zubiarte. Comimos un bocata y como nos sobraba dinero, nos fuimos al cine a ver una película que se le antojo a la pequeñaja.
Cuando salimos del Zubiarte para ir a casa, saco el móvil y veo siete llamadas de mi hermano, “¿Qué querrá?


Cuando fuimos piratas,
Piratas de la red,
Odio éstacanción
Cada puerta que cierran,
-Elena, llevo todo el día llamando-dice, parece que ha estado llorando.
-Lo siento. Iker,¿qué te pasa?
-¿Está Irene contigo?
-Sí, ¿por qué?
-Ve al parque, te espero donde siempre.
Mientras me voy con Irene hacia el parque recuerdo el sitio de siempre, es el sitio donde mi madre y mi padre nos llevaban a mi hermano y a mí cuando éramos pequeños.Cuando llegamos veo a Iker sentado en un banco, parece destrozado.
-Iker, ¿qué te pasa?
-Irene, ve darles de comer a los patos-dice con la voz roca de llorar.
-Iker, ¿qué pasa? Me estás asustando.
-Siéntate.
-¡No! Dime lo que ha pasado.
-A ver, Elena siéntate
-¡Qué no! ¡Dime lo que ha pasado ya no me asustes!
-¡Que papá y mamá han muerto!
-¿Qué? No puede ser. Sabes que estas bromas no me gustan Iker.
-No es ninguna broma.
-Sí, lo es, ama está en casa preparando la cena de Navidad, como todos los años-tras decir esto me voy corriendo a mi casa, pero me paro al ver un coche de policía y una ambulancia enfrente de casa. Así que paso de mi casa y corro, corro y corro sin rumbo.
Cuando, agotada, me caigo al suelo me doy cuenta que he llegado al pantano, y me pongo a llorar por mis padres, por mi madre, ¿por qué no me disculpe antes?, ¿por qué le dije que la odiaba si no es cierto?-¡¡Ama te quiero, vuelve por favor!! Vuelve, vuelve, vuelve…
A las 6 de la mañana llego a casa.
-Elena,¿dónde estabas?
-¡A tí que te importa! ¡No eres mi padre!-tras esto me voy a mi habitación y cierro la puerta con un portazo que hace despertar a Irene, que se pone a llorar hasta que Iker la consuela.
El me siguiente es el peor de toda mi vida porqueIker nunca está en casa. Se pasa el día fuera y cuando llega pareceque se ha metido algo. Al principio, pensé que se comportaría como un padre, pero me equivoque. Yo tuve que hacer de madre de mi hermanita pequeña, a pesar de que supuestamente la estaba cuidando mi hermano, porque sino, nos la habrían quitado, se la habrían llevado y me habría quedado sola.

12 de febrero de 2012

Hoy es el funeral de mis padres, y aquí estamos mi hermano, mi hermana y yo con un montón de gente que nos dice que lo siente y que lo entiende, pero sé que no, que no me entienden y que nunca lo harán. Estoy sola en esto.
De repente, mi hermano se levanta y se acerca al micrófono a decir unas palabras que lleva escritas en un papel durante semanas.
-Durante toda mi vida mis padres han estado ahí, cuidándonos a mí y a mis hermanas, y ahora que no están, sabemos que nos ayudan a seguir adelante y a continuar su camino. Nosotros, a cambio intentaremos hacer que estén orgullosos.
Antes de irse todos vuelven a darme el pésame, pero yo no miro a nadie, sólo doy la mano cada vez que me la ofrecen.
-Lo siento. Te doy el pésame-esa voz. Levanto la vista y ahí está, es Raúl. ¿Qué está haciendo aquí? ¿Y por qué me sonríe así? A pesar de que no quiero, los sentimientos que ya creía olvidados resurgen como si no hubiera pasado el tiempo.

3 comentarios:

Araya dijo...

Ala... vaya capitulo!
Pobre Elena T.T. Pero todavia hay cosas k se quedan en el aire, ¿como han muerto sus padres? ¿porque Rauel se tuvo que ir? y lo mas importante ¿Que pasara ahora?
Siguelo!!!!
Besos

Anónimo dijo...

valla finall joee pobrecilla la tia.. se le va el novio y encima se le mueren los padres.. tiaa tiens q seguirr no dejes la historia asi

Unknown dijo...

Gracias cristina por leertelo me hace mucha ilusión que te guste y bueno como ves ya e escrito dos capitulos mas espero que tambn te guste xao